Desarrollo de Habilidades Blandas en Los Niños: ¿Estamos Prestando Suficiente Atención?
- psicologiaatiempo
- 2 dic 2023
- 3 Min. de lectura

En muchos lugares, seguramente hemos conocido a personas que saben cómo hacer que los demás se sientan comprendidos. Ellos se expresan de manera clara y respetuosa, son flexibles y saben escuchar. También muestran una actitud abierta y resolutiva frente a los problemas que surgen en sus relaciones con otros. Estos individuos son amigables, colaborativos y confiables. Hacen que los demás se sientan seguros y brindan la sensación de que se puede contar con ellos cuando se les necesita. Además, enfrentan la vida con una actitud positiva y demuestran resiliencia y creatividad.
Estas personas son adultos que han desarrollado habilidades blandas de forma adecuada. Con habilidades blandas nos referimos a un conjunto de competencias sociales que permiten a las personas relacionarse adecuadamente con los demás. Incluyen habilidades sociales, como una comunicación efectiva, resolución de problemas y asertividad. También se relacionan con la capacidad de trabajar en equipo, liderazgo, adaptabilidad y una adecuada gestión de las emociones, así como pensamiento crítico, creatividad, empatía, flexibilidad, manejo del estrés, paciencia y resiliencia, entre otros aspectos. Un estudio realizado por la Universidad de Harvard encontró que el 85% del éxito laboral depende de tener estas habilidades desarrolladas de manera adecuada. Además, estas habilidades indican una serie de características de la personalidad adulta y competencias que contribuyen a un desarrollo saludable de las personas.

¿Cuándo debemos empezar a enseñar estas habilidades a los niños?
El mejor momento para comenzar es desde la primera infancia. Durante los primeros años, el cerebro de los niños es muy plástico, lo que significa que responde muy bien a influencias positivas en su entorno. Durante los primeros tres años de vida, se forman más conexiones neuronales que en el resto de la vida. Lo que les enseñemos en esta etapa será fundamental para su adquisición de habilidades a medida que crezcan.

Enseñar habilidades blandas a los niños es prepararlos para enfrentar la vida en todas sus facetas. Cuando estas habilidades se inculcan desde temprana edad, se convierten de manera natural en parte de su personalidad. Es importante asegurarnos de que los niños estén rodeados de entornos que les permitan desarrollar habilidades sociales, habilidades de comunicación, trabajo en equipo, gestión del tiempo, resolución de problemas, ética, creatividad, pensamiento crítico, autoestima, flexibilidad, liderazgo y resiliencia. No todo -ni lo más importante- es el desarrollo cognitivo y académico. Debemos preocuparnos de que los niños aprendan y desarrollen todas las áreas de su persona: física, social, afectiva, cognitiva y espiritual.

En la actualidad, muchos niños y adolescentes presentan graves deficiencias en el desarrollo de estas habilidades. Tienen dificultades para establecer relaciones sanas con los demás, carecen de habilidades sociales desarrolladas, no tienen empatía y tienen conflictos frecuentes con sus pares. No se comunican de manera efectiva, les cuesta hacer amigos y mantenerlos, no saben escuchar ni aceptar las ideas y perspectivas de los demás; no saben trabajar en equipo, resolver problemas o tomar decisiones adecuadas. También tienen dificultades para regular sus emociones y gestionar el estrés. Todo esto hace que les resulte difícil adaptarse a la vida social y escolar -a la vida en general-, y tarde o temprano afectará su autoestima y desarrollo.

La buena noticia es que siempre podemos aprender y siempre podemos enseñar estas habilidades a los niños, independientemente de en qué punto nos encontremos. Además, es importante fomentar estas competencias en el hogar a través del ejemplo que les damos como adultos y aprovechando las situaciones cotidianas para enseñarles a resolver problemas diarios, a ser responsables, a ser empáticos, a desarrollar su creatividad y autoestima, y a exponerlos a diversas experiencias artísticas y situaciones sociales donde puedan interactuar con sus pares y desarrollar sus competencias sociales.
Jacqueline Tello Marzol
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